lunes, 24 de octubre de 2016

Las Matemáticas

Las matemáticas nos ayudan a interpretar y entender la realidad. Acudimos a ella para resolver situaciones de nuestro día a día. Por tanto, los contextos propios para el aprendizaje de las matemáticas son extraídos de la vida real.
Hacer matemáticas hace referencia a razonar, imaginar, descubrir, utilizar técnicas, etc. Las actividades deben ser significativas y útiles para el alumnado y siempre deben estar sujetas a su realidad. De esta forma, el pensamiento lógico-matemático está envuelto en las vivencias del niño y es un elemento importante para comprender la realidad.

Principales características del pensamiento infantil

Pensamiento preoperacional:


  • Egocentrismo intelectual: en esta etapa el niño o niña presenta dificultad para percibir las cosas desde una perspectiva diferente a la suya. No tiene necesidad de justificar sus ideas de manera lógica. Sólo cuando habla con otras personas es capaz de sustituir sus ideas subjetivas por otras más objetivas lo cual le ayudará a salir de su egocentrismo inicial.
  • Pensamiento irreversible.
  • Realista y concreto: tiende a concretar las ideas abstractas para convertirlas en asequibles a su pensar.
  • Animista: atribuye cualidades humanas a los objetos, siendo así la distinción entre realidad e imaginación escasa.
  • Centración: se centra en un solo rasgo del objeto, lo cual supone una distorsión en la percepción del objeto.
  • Razonamiento transductivo: puede establecer relación entre dos hechos sin que exista relación lógica.

Aplicación práctica de las matemáticas

El aprendizaje y desarrollo de las matemáticas se lleva a cabo a través de diversas actividades y empleo de recursos:

Recursos educativos:

1. Estrategias: nos encontramos con:
1.1. Motivación: producir y crear atracción hacia las actividades y el aprendizaje mediante un ambiente adecuado y la conexión con los intereses del alumnado.
1.2. Juego.

2. Procedimientos: nos encontramos con intuición, comparación, deducción e inducción.

3. Materiales: son objetos que contribuyen a la construcción del conocimiento.  Se dividen en dos:

3.1 Estructurales:

  • Regletas de Cuisenaire, empleadas para la ordenación, clasificación, descomposición numérica…
  • Juegos de Decroly para el aprendizaje del cálculo (cajas sorpresa, de clasificación y láminas de ordenación y clasificación).
  • El material Montessori para el desarrollo sensorial y numérico (barras de Seguin, bolillos y fichas para la discriminación de pares e impares).
  • Bloques lógicos de Dienes, para la clasificación, ordenación y comparaciones.
  • Juegos de iniciación a la cantidad y el número.
  • Estructuras para composiciones (puzles, encajables y construcciones
  • Juegos que aplican las normas y características de los juegos de adultos a las matemáticas (ej: domino).
  • Secuencias temporales para la ordenación.
  • Instrumentos de iniciación a la medida
  • Geoplano de Gategino, para elaborar figuras y comparar longitudes
  • Taugram: para componer figuras
  • Equipos informáticos

3.2 No estructurales, no son exclusivos de aprendizajes matemáticos sino que provienen del uso familiar. Se dividen en:

Continuos: aquellos que no se pueden contar (arena)
Discontinuos: se pueden contar (bolas)

Todos los materiales deben ser significativos y novedosos, además de tener claridad en su estructura, facilidad para incluirlos en las actividades y posibilidad de graduar su dificultad.

Actividades

Las actividades deben generar y garantizar desarrollo y aprendizaje. A la hora de su programación se debe tener en cuenta que:
La matemática se encuentra unida al resto de ámbitos y a los distintos lenguajes. Por tanto, deben ser globalizadas.
Deben fundamentarse en los conocimientos previos del alumnado
El niño debe participar de forma activa, fomentando la iniciativa, imaginación y trabajo cooperativo; y los materiales han de estar en consonancia con su vida cotidiana.
Han de ser coherentes con el nivel cognitivo del alumnado e integrar los diversos aspectos del desarrollo.
Los procedimientos para conseguir todo ello deben integrar actividades de observación para introducir al alumnado en el aprendizaje, experimentación-vivenciación para conocer y utilizar los instrumentos para crear datos, reflexión-verbalización para llegar a la elaboración de conclusiones y expresión gráfica y simbólica, para acceder a la representación abstracta. Todo ello, estará conectado con su vida cotidiana, con el aula y el trabajo globalizado.

Conclusión

Como conclusión, podemos decir que el lenguaje matemático está relacionado con varios aspectos de la vida del alumnado, por ello, además de proporcionar destrezas en el ámbito de las matemáticas, también debe de proporcionarles los medios adecuados para razonar de forma lógica ante aquellas situaciones que se le puedan plantear y convertirse en un instrumento que puedan usar para enfrentarse a su realidad.

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